Centros de partos respetuosos con la madre y el bebé
En las organizaciones nacionales e internacionales se examina cada vez con mayor atención la calidad de los cuidados, el maltrato/desatención a las mujeres en los centros durante el parto, y la falta de responsabilidad profesional y social entre los profesionales de dichos centros.
Toda mujer tiene derecho a una experiencia de parto positiva y a una atención compasiva proporcionada por profesionales competentes y con los conocimientos adecuados que reconozcan que cada mujer, familia y recién nacido son únicos.
Las evidencias publicadas sobre las violaciones de los derechos humanos de las mujeres durante el parto son estremecedoras y preocupantes, pero también pueden servir para impulsar la acción. Las asociaciones profesionales y los centros no solo deben prestar una atención de la mejor calidad basada en la evidencia, sino respetar el derecho inviolable de cada mujer a la dignidad, privacidad, información, cuidados complementarios, alivio del dolor con o sin productos farmacológicos, y la elección de uno o varios acompañantes durante el parto.
Por estas razones, la Confederación Internacional de Matronas, la Federación Internacional de Ginecólogos y Obstetras, la Asociación Internacional de Pediatría, y la Organización Mundial de la Salud han diseñado conjuntamente una Guía para centros de partos respetuosos con la madre y el bebé que consta de diez pasos con sus indicadores correspondientes.
- Ofrece a todas las parturientas la oportunidad de comer, beber, caminar, estar de pie y moverse durante la primera fase del parto y adoptar la postura que prefieran o con la que se sientan más cómodas durante la segunda y la tercera fase, a menos que esté contraindicado por razones médicas.
- Tiene políticas y directrices claras y no discriminatorias para el tratamiento y la atención de las madres VIH positivas y sus recién nacidos, así como políticas para el asesoramiento y la provisión de planificación familiar tras el parto, además de servicios adecuados para los jóvenes.
- Proporciona a todas las madres privacidad durante el parto y el alumbramiento.
- Permite que todas las parturientas tengan a su lado al menos una persona de su elección que las reconforte (por ejemplo, el padre, la pareja, un miembro de la familia, un amigo o asistente de partería tradicional, según corresponda a cada cultura) para que la acompañe durante el parto y el alumbramiento.
- Proporciona una atención culturalmente competente que respeta las costumbres de la persona, prácticas no dañinas y valores en torno al parto, también para aquellas mujeres que experimentan la pérdida perinatal.
- No permite el abuso físico, verbal, emocional o financiero de las mujeres y sus familias durante el parto, el alumbramiento y en el posparto.
- Proporciona una atención con costes asequibles en consonancia con las directrices nacionales y garantiza la responsabilidad y la transparencia financiera. Las familias recibirán información sobre qué gastos se pueden prever y cómo podrían planificar el pago de los servicios. Las familias deben ser informadas de cualquier cargo adicional que podría aplicarse en caso de complicaciones. Los centros sanitarios deben tener un procedimiento de pago que no incluya la detención de la mujer o el bebé. No se permitirá la denegación de cuidados a la madre o el bebé por la incapacidad de pago.
- No emplea habitualmente prácticas o procedimientos que no estén basados en la evidencia, como la episiotomía rutinaria, la inducción del parto, o la separación de la atención a la madre y el bebé, etc., de conformidad con las directrices y planes de acción internacionales. Cada centro de partos debe tener la capacidad, el personal, la política y el equipamiento para la reanimación del neonato y la madre, minimizar el riesgo de infección, proporcionar un reconocimiento temprano y prevención/tratamiento de necesidades emergentes de la madre y el recién nacido, tener vínculos establecidos para la consulta y disposiciones planificadas con antelación para la estabilización y/o el transporte de madres enfermas o bebés enfermos/prematuros.
- Educa, aconseja y anima al personal a prestar alivio para el dolor con o sin productos farmacológicos, según sea necesario.
- Promueve el contacto directo e inmediato de la madre y el bebé, y apoya activamente a todas las madres para que tengan en sus brazos y amamanten a los bebés con la mayor frecuencia posible, además de proporcionar cuidados combinados para la madre y el bebé, como corresponda.