Defensa y promoción, Derechos humanos, Igualdad de género

Pasa el micrófono: La perspectiva de una sobreviviente respecto al papel de las matronas y matrones en el apoyo a las víctimas de la violencia de género 

ICM
30 noviembre 2024

Con motivo de los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, pasamos el micrófono a Asma Begum, sobreviviente, defensora y fundadora de la organización benéfica Soul Sisters, con sede en el Reino Unido. 

La británica-bangladeshí, Asma Begum, es coach en temas relacionados con el maltrato doméstico y ayuda a los demás a través de su propia experiencia. Tras sufrir por mucho tiempo de violencia de género en su matrimonio, abandonó la relación hace seis años y medio, motivada por el deseo de proteger a su hijo. A través de su organización benéfica, apoya a las sobrevivientes, educa a las comunidades sobre la violencia de género y hace campaña a favor de políticas más firmes para proteger a las mujeres.   

En esta entrevista, Asma comparte su historia y su opinión sobre cómo las matronas y matrones pueden desempeñar un papel fundamental en la identificación y el apoyo a las mujeres que sufren violencia de género.   

Pregunta: Cuéntenos su historia y cómo llegó a abogar en contra de la violencia de género.   

Siempre quise construir una vida en la que pudiera ayudar a los demás. Mi trayectoria comenzó con una educación liberal en el Reino Unido, donde cursé estudios superiores y una exitosa carrera en banca corporativa. A los 29 años contraje lo que parecía un matrimonio prometedor, pero pronto se convirtió en una relación dañina.   

Mi esposo mostró un comportamiento controlador desde el principio: me decía lo que debía ponerme, controlaba mis comunicaciones y me aislaba de mis amigos. Esto se convirtió en abuso verbal, control financiero y violencia física y sexual. A menudo me culpaba a mí misma, pensando que estos comportamientos eran parte normal del matrimonio.   

Cuando quedé embarazada, el abuso empeoró. Acudía sola a las citas, ocultando la verdad a los profesionales sanitarios e inventando excusas para justificar la ausencia de mi esposo. Cuando nació mi hijo, llegué a un punto de quiebre. Los malos tratos no solo me afectaban a mí, sino que empezaron a perjudicar emocionalmente a mi hijo. Me di cuenta de que tenía que romper el ciclo, por mí y mi hijo.    

Irme no fue fácil. Planeé mi huida en secreto, reuniendo documentos, artículos de primera necesidad y el valor para marcharme. Cuando por fin me marché, me instalé en un refugio y empecé a reconstruir mi vida. Hoy trabajo para empoderar a las mujeres que se enfrentan a retos similares, asegurándome de que sepan que no están solas y que tienen el apoyo que necesitan para dar el mismo valiente paso. 

Pregunta: ¿Qué papel desempeñó su matrona para apoyarla después de denunciar el caso de violencia doméstica?   

Durante el embarazo, hablé con varias matronas en las consultas prenatales. Aunque se dieron cuenta de la ausencia de mi esposo y me hicieron preguntas, no me sentí cómoda contando lo que estaba pasando. Tenía miedo y no sabía cómo describir mi situación, ni siquiera cómo reconocerla como maltrato en aquel momento. Las sobrevivientes a menudo carecen de la claridad o la confianza necesarias para nombrar sus experiencias. En retrospectiva, preguntas más específicas y abiertas como ‘¿se siente segura en casa?’, podrían haberme motivado a hablar. También sentí que necesitaba más tiempo con ellas para poder expresarlo todo.  

Después de denunciar los abusos a la policía, una matrona visitó mi casa para comprobar mi bienestar (práctica habitual en el Reino Unido cuando las mujeres con hijos denuncian violencia de género). Fue amable y se mostró atenta al comprobar la salud de mi bebé e inspeccionar mi casa en busca de seguridad. Sin embargo, sus preguntas no fueron lo suficientemente directas como para ayudarme a hablar de mi relación y a obtener más apoyo y protección. Las sobrevivientes a menudo necesitan indicaciones claras y compasivas para poder contar lo que les sucede.  

Aunque los esfuerzos de mis matronas fueron de apoyo, creo que con una mejor capacitación y recursos podrían haber hecho más para orientarme, durante el embarazo y una vez que hubiera denunciado a mi agresor.  

Pregunta: ¿Cómo pueden las matronas y matrones reconocer los signos de la violencia de género y qué medidas concretas deben tomar para que las víctimas se sientan seguras, apoyadas y capacitadas?   

Para reconocer la violencia de género no basta con observar signos físicos, como hematomas. Las señales de comportamiento, como evitar el contacto visual, cancelar citas con frecuencia o parecer retraídas, también pueden indicar abuso.   

Las matronas y matrones deben tomarse el tiempo necesario para hacer preguntas abiertas y dar a las mujeres la oportunidad de hablar. Algo tan sencillo como preguntar ‘¿cómo van las cosas en casa?’ o crear momentos de privacidad durante las citas puede llevar a que una sobreviviente pueda contar por lo que está pasando.   

Los materiales educativos también son fundamentales. Muchas mujeres no reconocen inicialmente que lo que están viviendo es abuso. Proporcionar folletos que expliquen cómo es la violencia de género puede ser el primer paso para ayudar a una víctima a identificar su situación y buscar ayuda.   

Si las matronas y matrones observan algo preocupante, deben documentarlo en el historial de la paciente y facilitar los datos de contacto de los servicios de apoyo locales. Llevar un registro consistente no solo es esencial para prestar una atención ininterrumpida, sino que también crea un valioso registro que las sobrevivientes pueden utilizar si deciden emprender acciones legales contra su agresor. 

Uno de los retos a los que me enfrenté fue cómo me percibían los demás. Yo era una mujer profesional con buen aspecto y mucha gente no podía creer que hubiera vivido semejante abuso. Este prejuicio a menudo significaba que mis experiencias eran desestimadas o pasadas por alto. Es importante que los profesionales sanitarios vean más allá de las apariencias o las suposiciones: cualquiera puede sufrir violencia de género, independientemente de su origen o de cómo estén presentados. 

Pregunta: ¿Por qué cree que las matronas, los matrones y otros profesionales sanitarios están en una posición única para ayudar a identificar y apoyar a las víctimas de la violencia de género?   

Las matronas y matrones suelen ser el primer punto de contacto para las mujeres en momentos cruciales de su vida, como el embarazo y el parto. Esto brinda una oportunidad única para generar confianza y ofrecer apoyo. 

La capacidad de estos profesionales para observar cambios en el comportamiento, la salud física y el bienestar emocional les sitúa en una posición ideal para identificar signos de abuso tempranamente. 

La filosofía de atención en partería -centrada en la confianza, la elección y el no juzgar- encaja perfectamente con el enfoque necesario para las sobrevivientes de violencia de género. Al crear un espacio seguro y empático, las matronas y matrones pueden capacitar a las mujeres para hablar de sus experiencias y dar pasos hacia la seguridad. 

Como cualquier otro aspecto de la atención en partería, el apoyo a las víctimas de la violencia de género requiere que se les proporcione toda la información posible. Cuando las sobrevivientes comprenden sus opciones y los recursos de que disponen, pueden tomar decisiones informadas sobre sus vidas y su bienestar. 

Pregunta: ¿Cómo pueden prepararse mejor los profesionales sanitarios para reconocer y apoyar eficazmente a las víctimas de la violencia de género?   

La capacitación es fundamental. Los profesionales sanitarios, incluidas las matronas y matrones, deben recibir formación periódica sobre las múltiples formas de maltrato físico, emocional, económico y sexual. Esto debe incluir cómo formular preguntas sensibles, cómo documentar las preocupaciones y cómo referir a las sobrevivientes a los servicios adecuados.   

Los proveedores de salud también deben garantizar un registro exhaustivo y coherente.  Las sobrevivientes no deberían tener que volver a contar sus historias en cada cita. En lugar de esto, los proveedores deberían poder consultar la información documentada para ofrecer una atención informada sin volver a traumatizar a la mujer a la que atienden. Esta coherencia también es crucial para las sobrevivientes que emprenden acciones legales contra sus agresores, ya que proporciona pruebas documentadas de sus experiencias.    

En las clínicas y hospitales debe haber recursos accesibles, como líneas telefónicas de ayuda y folletos en varios idiomas. Pueden servir como un salvavidas discreto para las sobrevivientes, ayudándolas a comprender sus opciones y a acceder a la ayuda. 

Por último, es fundamental reconocer las limitaciones a las que se enfrentan las matronas y matrones. La presión del tiempo y la escasez de recursos a menudo les impiden hacer todo lo que pueden. Los gobiernos y los sistemas de salud deben permitir a las matronas y matrones que desempeñen su papel, proporcionándoles el tiempo, las herramientas y el apoyo que necesitan para abordar la violencia de género con eficacia. 

Pregunta: ¿Puede hablarnos de la misión de su organización de apoyar a las sobrevivientes y qué mensaje le gustaría compartir con otras personas que puedan encontrarse en situaciones similares?   

Soul Sisters se dedica a empoderar a las sobrevivientes de maltrato doméstico. Nuestra misión es proporcionar educación, defensa y promoción y apoyo emocional, a la vez que creamos conciencia sobre la realidad de la violencia de género. También trabajamos para influir en la política, presionando para que se refuercen las protecciones y se mejoren los sistemas de apoyo a las sobrevivientes.   

A todas las personas que sufren violencia de género: no están solas. El camino hacia la seguridad puede parecer imposible, pero la ayuda está ahí fuera. Busquen el apoyo de organizaciones, profesionales sanitarios o alguien en quien confíen. Dar ese primer paso puede cambiar su vida y proteger el futuro de sus hijos.