Una voz para aquellos sin voz: Partería y lengua de signos en Haití

La estudiante haitiana de último año de partería, Sneïka Anna Lora Synal, es también intérprete de lengua de signos. Como parte de la primera promoción del Programa de Jóvenes Matronas Líderes de la Asociación de Matronas de Haití (ASFH, por sus siglas en francés), su proyecto individual se centró en la creación de actividades de concienciación y educación sobre salud sexual y reproductiva para personas sordas o con dificultades auditivas. Se inspiró en la falta de acceso a información fiable sobre salud sexual y reproductiva en Haití. Dada su habilidad de comunicarse en lengua de signos, ha hecho un esfuerzo especial para apoyar a las mujeres en estado de embarazo y con problemas de audición, proporcionándoles una atención adaptada a sus necesidades.
A través de esta entrevista, conozca mejor por qué puso en marcha esta iniciativa y cómo está marcando la diferencia.
¿Qué la inspiró a aprender lengua de signos estadounidense (ASL, por sus siglas en inglés) como matrona?
Me inspiró una compañera matrona que también maneja la lengua de signos. Durante una de nuestras prácticas, nos encontramos con una mujer embarazada de parto que se estaba agitando, pero nadie podía entender lo que intentaba comunicar. Las otras personas que la estaban atendiendo supusieron que simplemente estaba irritada y no quería cooperar. Entonces llegó mi colega y le habló en lengua de signos, revelándole que su angustia se debía a un problema con su vía venosa, que se resolvió rápidamente. Aquella experiencia hizo que me diera cuenta de lo esencial que es establecer un sistema de atención más inclusivo. Me resultaba inconcebible que en una maternidad no hubiera forma de comunicarse con las personas con problemas de audición. Así que, en mi segundo año de estudios en partería, decidí aprender lengua de signos.
¿Cómo han influido sus conocimientos de ASL en su enfoque de la partería?
Aprender ASL ha sido increíblemente beneficioso para mi trabajo. Durante mi formación, me he encontrado con varias mujeres embarazadas con problemas de audición y poder comunicarme con ellas ha tenido un valor incalculable. Me permite atenderlas sin barreras y asegurarme de que entienden perfectamente los procedimientos médicos. Muchas mujeres sordas o con deficiencias auditivas dudan en aceptar ciertas técnicas médicas, como los exámenes vaginales, la administración de medicación intravenosa o el uso de un espéculo, sobre todo porque no se les da suficiente información de una forma que puedan entender. Poder explicarles estos procedimientos en su lengua ayuda a generar confianza y las hace sentir más cómodas. Además, mi experiencia con la lengua de signos ha aumentado mi conciencia del lenguaje corporal, lo que me permite reconocer más rápidamente a los pacientes sordos por sus gestos.
¿Qué la motivó a crear videos sobre salud y derechos sexuales y reproductivos (SDSR) para la comunidad de personas con discapacidad auditiva? ¿Puede hablarnos del impacto y las reacciones que estos videos han tenido?
Cuando aprendía lengua de signos, noté algo interesante. A menudo, nuestros profesores nos ponían tareas para completar en lengua de signos y, debido a mi formación médica, elegí naturalmente presentar temas relacionados con la salud. Rápidamente me di cuenta de que mis profesores estaban más cautivados por la información que yo compartía que por mis habilidades con los signos. Me hicieron muchas preguntas sobre temas como la donación de sangre, el VIH y las infecciones de transmisión sexual. Esto hizo que me diera cuenta de hasta qué punto esta comunidad carecía de acceso a información sanitaria esencial, sobre todo en materia de salud sexual y reproductiva.
A través de la primera promoción de Jóvenes Matronas Líderes (YML, por sus siglas en inglés) de la ASFH, tuve la oportunidad de grabar y compartir videos educativos sobre salud sexual y reproductiva en lengua de signos, tratando temas específicos como la violencia de género, las infecciones de transmisión sexual, la atención integral del aborto, la planificación familiar, el embarazo y la profesión de partería. Estos videos se publicaron en el canal de YouTube de la asociación para llegar al mayor número de personas posible. La respuesta ha sido abrumadoramente positiva y una gran parte del público ha expresado su agradecimiento por recibir información en la lengua que entienden.
¿A qué retos se ha enfrentado a la hora de defender la inclusión en la atención sanitaria y cómo los ha superado?
Uno de mis mayores retos fue conseguir apoyo institucional para mi proyecto. Al principio, me dirigí a escuelas especializadas que atienden a la comunidad de personas con discapacidad auditiva, pero encontré resistencia porque la salud sexual y reproductiva sigue siendo un tema tabú en Haití, especialmente en el ámbito educativo. Para superar este obstáculo, me dirigí a otras instituciones profundamente arraigadas en la comunidad, como las iglesias, donde encontré más apertura para hablar de estos temas.
Otro problema es que las personas con problemas auditivos no siempre son fáciles de identificar porque su discapacidad no es visible. La divulgación en la comunidad fue esencial para localizarlos y hacerlos partícipes, asegurando que pudieran acceder a la educación y el apoyo que necesitaban.
¿Cómo cree que las matronas y matrones pueden desempeñar un papel más importante en el apoyo a las personas con discapacidad?
En la actualidad, las instituciones sanitarias no están adecuadamente equipadas para ofrecer una atención inclusiva a las personas con discapacidad. La mayoría de los centros carecen de la infraestructura necesaria para acoger a personas con deficiencias sensoriales y físicas. Por ejemplo, las mesas de partos no están diseñadas para embarazadas con diferencias en las extremidades. Aunque las propias matronas pueden tener un control limitado sobre los cambios institucionales, la defensa y promoción son cruciales. Tenemos que impulsar reformas políticas y de sensibilización que garanticen que las salas de maternidad estén mejor adaptadas para acoger a todas las mujeres, independientemente de sus capacidades.
¿Qué espera del futuro de la partería en Haití, sobre todo en términos de inclusión y accesibilidad?
Espero ver a más profesionales del área de la salud, especialmente matronas, comprometidos activamente en la promoción de la atención inclusiva. Aprender la lengua de signos, aunque sea a un nivel básico, podría mejorar significativamente la comunicación con los pacientes con deficiencias auditivas. La partería se basa en un enfoque holístico, en el que es fundamental establecer la confianza y ofrecer una atención compasiva. Sin embargo, esto no siempre es lo que experimentan las mujeres embarazadas con discapacidad auditiva. Me encantaría que todas las unidades de maternidad tuvieran al menos un miembro del personal capaz de comunicarse en lenguaje de signos y que los centros de salud mejoraran sus infraestructuras para ser más inclusivos y accesibles.
Si pudiera compartir un mensaje con las matronas y matrones de todo el mundo sobre la inclusión en la atención sanitaria, ¿cuál sería?
Ofrecer una atención sanitaria verdaderamente inclusiva conlleva muchos retos, pero el cambio puede empezar a pequeña escala, ¡con usted! No esperen a que el sistema actúe antes que ustedes. Ustedes son los líderes del cambio y juntos podemos crear un sistema de salud más fuerte e integrador. Ahora es el momento de pasar de la defensa y promoción a la acción para construir un futuro mejor para nuestras mujeres embarazadas.