Al ampliar la práctica, se expanden los horizontes: la trayectoria de una matrona rural hacia la atención del aborto

Por Shelley Tweedie, Gerente de parteras, Kaitaia Hospital (Auckland, New Zealand)
En 2020, Nueva Zelanda reformó sus leyes sobre el aborto, eliminándolo de la Ley de Delitos y replanteándolo como una cuestión de salud. Este cambio histórico abrió la puerta a que una gama más amplia de profesionales de la salud, incluidas las matronas, pudieran proporcionar atención médica para el aborto temprano (AT). Nuestra profesión se basa en valores de colaboración, autonomía y apoyo integral, por lo que este cambio legal supuso una gran oportunidad para profundizar nuestro compromiso con las mujeres y la autonomía reproductiva.
Las matronas se encuentran en una posición única para proporcionar atención en materia de aborto, especialmente en zonas desatendidas. Nuestra accesibilidad, fiabilidad y enfoque holístico nos convierten en proveedoras ideales de servicios de atención médica para el AT. Como matrona rural, he acogido este cambio y he ampliado mi ámbito de práctica para incluir el cuidado en materia de atención médica para el AT. En este artículo comparto mi trayectoria y el impacto que esto ha tenido en mi comunidad.
Adentrándome en un nuevo territorio
Apoyar a las familias (whānau en maorí) a través de un proceso que me resultaba desconocido me obligó a salir de mi zona de confort y abrazar una nueva dimensión de la atención en partería. Ampliar mi práctica me supuso un importante crecimiento profesional: el aprendizaje fue dinámico y atractivo. Obtuve nuevas perspectivas, desarrollé un nuevo lenguaje y comprensión, además tuve la oportunidad de reflexionar sobre encuentros desconocidos pero significativos. El proceso de mejora de mis habilidades me aportó un profundo sentido de propósito, sabiendo que este trabajo tiene un impacto directo y fortalece mi comunidad rural.
Lo que significó para mí profesionalmente
- Redescubrir la alegría de aprender: la formación en atención médica para el AT y ecografía reavivó mi pasión por el crecimiento profesional. Me recordó que la partería es un campo dinámico y en evolución.
- Apoyar la autonomía de las whānau: la partería siempre ha consistido en acompañar a las personas en su camino reproductivo. Apoyar a alguien que decide interrumpir un embarazo es tan significativo como apoyar a alguien que decide continuar con este.
- Atención culturalmente sensible: en mi comunidad rural, predominantemente maorí, es esencial comprender el tikanga (tradiciones y valores) y las costumbres maorí. Proporcionar atención médica para el AT de una manera que respete estos valores ha sido profundamente gratificante.
- Celebración comunitaria: los servicios de salud locales acogieron esta ampliación con los brazos abiertos. Se consideró una solución largamente esperada para reducir las barreras que impedían el acceso a una atención al aborto oportuna, segura y accesible.
Razones clave para ampliar la práctica
- La partería se basa en los derechos humanos: la profesión se fundamenta en los principios de autonomía, colaboración y elección informada. La atención al aborto es una extensión natural de estos valores.
- Reducir el estigma: las matronas suelen tener relaciones duraderas con sus pacientes. Esta confianza nos permite ofrecer una atención sin prejuicios que ayuda a eliminar la vergüenza y la culpa en torno al aborto.
- Mejorar el acceso: las matronas suelen ser conocidas en las comunidades y son las profesionales de la salud más accesibles. Al ofrecer la atención médica para el AT, reducimos la necesidad de que las mujeres tengan que navegar por complejos procesos de derivación o recorrer largas distancias.
- Mejorar la continuidad de la atención: las matronas están acostumbradas a apoyar a las mujeres en el contexto de sus whānau y sus necesidades individuales. Esta continuidad es especialmente valiosa en la atención al aborto, en la que es fundamental una atención culturalmente sensible.
Atención médica temprana del aborto dirigida por matronas
Cuando las matronas están disponibles para proporcionar atención al aborto, las comunidades se benefician de:
- Acceso más temprano: la atención médica para el AT se puede proporcionar de forma segura en las primeras 10 semanas de embarazo. Las matronas que ofrecen este servicio ayudan a mejorar el acceso y los resultados.
- Reducción de costos: los servicios locales y la menor dependencia de las derivaciones a especialistas suponen una reducción de los gastos de desplazamiento y asistencia sanitaria para las mujeres.
- Atención sensible a las diferencias culturales: mejora de la experiencia del aborto para las whānau al recibir atención en partería basada en principios que potencian el mana, lo cual se refiere a hacerlas sentir respetadas, valoradas y apoyadas en sus elecciones.
- Servicios sostenibles: las comunidades siempre necesitarán matronas. Incorporar la atención al aborto en la práctica de la partería garantiza la disponibilidad del servicio a largo plazo.
Reflexiones
Ampliar mis servicios en cuanto a la atención al aborto ha profundizado mi comprensión de lo que significa apoyar verdaderamente a las mujeres y adolescentes en su camino reproductivo. Se trata de manaakitanga: ofrecer una atención que eleve, respete y empodere. Se trata de ayudar a las personas a tomar las riendas de su vida, a tomar decisiones por sí mismas y a sentirse apoyadas en cada paso del camino.
Como matronas, somos más que simples apoyos para las whānau que continúan con su embarazo hasta el parto y el posparto. Somos guardianas de la autonomía reproductiva. Al aceptar la atención del aborto, honramos todo el espectro de experiencias reproductivas y reafirmamos nuestro compromiso con las personas a las que servimos.